domingo, 8 de mayo de 2016

Las buenas esposas no hacen las tareas domésticas. Capítulo 4


Ver capítulo 3
Empezando.
 El primer paso es siempre el más difícil. Entrar a probar cosas nuevas en la relación más importante de tu vida puede dar un poco de miedo. Es natural, pero a menudo ayuda ir dando unos pequeños pasos de tanteo que nos ayudaran a tener una idea de lo que nos espera e ir cogiendo confianza.
En este capítulo os presentaré una muy potente tècnica que tiene poco riesgo de afectar a tu matrimonio. Os voy a describir esto de la forma más gradual que me resulta posible. si tu sientes que no puedes ir haciendolo todo tan lentamente entonces puedes decidir ir más más rápido o saltar algunos pasos hacia adelante o ir al final por completo, eso lo dejo a tu criterio.
Para prepararte, con anticipación debes tener cerca e la cama, un tubo de lubricante a base de agua similares y una taza de agua.
Paso uno: Oferta del Experimento
Probablemente la mejor manera de enfocar esto es que lo presentes bajo la apariencia de una nueva práctica sexual que quieres probar, puedes decir que lo leíste en una revista o en internet o lo que quieras. Los hombres aman experimentar cosas sexualmente nuevas, por lo que si tú les ofrece a "probar algo nuevo "es muy poco probable que encuentres resistencia hacia eso.
Díle a tu marido que te gustaría probar algo diferente esta noche.
Paso dos: Suponiendo que su postura es favorable. Propone a tu marido que se desnude y que se tumbe en la cama. Te montas a horcajadas sobre sus piernas a la altura de sus muslos para que tu trasero descanse justo por encima de las rodillas y el peso de tu cuerpo lo mantiene abajo. (Una alternativa es que te coloques en la cama al lado de su cadera, aún frente a él, con piernas cruzadas o mirando hacia su cabeza.)
Paso tres: Estimulación Manual. Pon en la palma de tu mano una cantidad generosa de lubricante. (También puedes utilizar guantes de látex.) Reparte el gel entre ambas manos frotando las manos entre sí. Ahora coges su miembro con tus manos y, si no está ya erecto, le estimulas hasta que lo esté. Una vez que su miembro esté erecto, lo acaricias suavemente pero con firmeza. Varia el ritmo y mira su reacción.
Hay que experimento con la técnica de apretar y no apretar. Intenta concentrar las caricias en la punta del pene en ciertos momentos y en otros jalando todo el pene completo. Has de tener cuidado de no sobreestimularlo o hacerlo con demasiada intensidad pues no se tiene que correr. También se lo puedes decir abiertamente "No quiero que te corras". Sólo debes procurar jugar y divertirte. Pregúntale si él está disfrutando y cómo puedes hacerlo mejor. Sigue sus sugerencias. (Si aumenta la fricción o el lubricante se vuelve más seco simplemente pon los dedos en el vaso de agua para reactivar el lubricante.) Esta técnica es, para él, al igual que una mamada. Sin embargo, hay una diferencia importante: tú no tienes la boca llena! Tú eres libre de hablar con él. Como veremos a continuación, esta es una diferencia crítica.
Paso cuatro: Conversación Una vez que ambos estáis cómodos con la práctica, intenta que él te hable o te conteste, mientras que le estás estimulando. Has de hablar con él, preguntarle cosas y debes hacerlo hablar contigo.
La primera noche él lo que va a desear es eyacular y tener su orgasmo el no está acostumbrado a hablar durante el acto sexual, nada más. Algunos hombres apenas empiezan a balbucear, otros pueden encontrar una forma muy peculiar de entrevista. Así que hablando sobre si le gusta y lo que puedes hacer para que sea mejor es muy fácil para tí. El verdadero objetivo es pasar a una conversaciones más fuertes. Una vez que te sientas cómoda hablando durante las relaciones sexuales, entonces estás lista para pasar avanzar en la conversación. Cada noche que lo hagas debes ser más y más exigente en que te hable.
Te vas a sorprender de lo fácil que las palabras fluyen de su boca mientras tú le estás estimulando. Habla acerca de tu matrimonio. Habla acerca de tus planes para el futuro. Habla acerca de su infancia o de sus experiencias en su primeras citas.
Paso cinco: Consumación.
En este punto, tú estás lista para terminar la conversación. Este es el clímax que tu marido ha estado esperando pacientemente. Aqui tienes varias opciones, pero en general, la idea es permitirle que eyacule y saques algunas conclusiones de lo que te haya dicho. También puedes parar y practicar sexo en la postura del misionero o la que prefieras o terminar manualmente.
Repite esto según creas necesario para que te puedas sentir cómoda, y para conseguir que él sea adicto a esta nueva práctica....... continuará

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