viernes, 6 de mayo de 2016

Las buenas esposas no hacen las tareas domésticas. Capítulo 2.

El objeto de culto
No nos engañemos, la fase noviazgo de una pareja es un acto de adoración de uno hacia el otro. La mujer para volver a ser cortejada debe tener suficiente confianza en sí misma para pasar de esperar o a exigir la adoración de su marido, a convertirse en el objeto de sus deseos más íntimos.
Es más fácil decirlo que hacerlo. ¿verdad?
Bueno, sí pero no por mucho tiempo.
El único paso difícil, será, el decidirte con absoluta e inquebrantable sinceridad que tu objetivo es ser adorada por tu marido. Establecer tu objetivo.
Te voy a mostrar en próximos posts, cómo puedes hacerlo. Por ahora aún es pronto. Ahora simplemente hay que definirse ese objetivo íntimo.
Esto no quiere decir que va a cambiar su autoestima por la atención que recibas de tu marido. Más bien, debes tener claro que ya no aceptarás nada menos de tu marido que no sea una absoluta adoración hacia tí. Y eso incluye en que se acabaron las recriminaciones, reproches, broncas o discusiones.
Al mismo tiempo que tú eres digna de su adoración por el simple hecho, por sí solo, de que estas casada con él. No necesitas ninguna justificación más allá de esa.
Tú eres su mujer; por lo tanto, que él te debería adorar. Ese es su deber y responsabilidad como tú marido que es. No te preocupes si ahora no tienes suficiente seguridad o confianza al principio, esto es un proceso gradual. Ya llegaremos. Primero debes convencerte tu misma.
Ahora intenta realizar pequeños pasos o acciones hasta encontrar el camino correcto. Tu confianza en tu pareja crecerá con resultados positivos para ambos.
No confundas tu falta inicial de confianza con una falta de compromiso. Una cosa es estar comprometido y otra poder encontrar el camino para cumplir con ese objetivo.
La edad no es un factor. El peso no es un factor. La belleza no es un factor. Estas cosas simplemente no son relevantes.
La atracción sexual es 90% mental, sólo el 10% física.
Te sorprenderas de lo poco importante que es la belleza.
Por tanto no es necesario ser una modelo de belleza para ser una diosa del sexo.
Es simplemente la forma de actuar, no de cómo te vean. Es la actitud, la postura, el tono de voz....
Esto funciona por una razón muy simple: Tu esposo te necesita y desea adorarte. Puede que no seas suficientemente consciente de ello, pero la psicología masculina funciona así (deseo-captura).
Es la naturaleza como seres humanos. Sólo es necesario explotar ese deseo.
La naturaleza del deseo es, fundamentalmente, sexual.
El sexo es su objetivo primordial.
El deseo sexual es lo que estimula la pasión romántica en un hombre.
Por lo tanto, el sexo es su medio. El deseo sexual masculino es, a su vez, estimulado por desafío o competencia. Sí, eso es correcto. a mayor reto, mayor es el deseo sexual. No es de extrañar entonces que un matrimonio sin cortejo se vuelva rancio, monótono y aburrido.
Cuando tu marido ya no tiene a su mujer como su objeto de culto al que persiga para tener sexo con ella se pierde la pasión y el deseo de su atención y sólo conduce a la frustración y decepción para los dos.
La mujer tiene, dentro de si, un poder. Un poder erótico. Ese poder no se perdió con su juventud. Está todavía esperando a ser despertado. Debe despertar ese poder dentro de ti. Para convertirse en el objeto de su adoración, para convertirse en la reina de su hogar, hay que aprender a manejar cómodamente y con seguridad tu poder erótico sobre tu esposo....continuará.

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